01/03/2017
ciclo de Vida de la Abeja
tapas de vida de una abeja de la miel
Huevos
La reina pone un solo huevo en cada celda o alvéolo de cera destinado a la cría. Los huevos son pequeños, blancos, y con forma oval y sin segmentos. Las larvas emergen o eclosionan de los huevos después de tres días de vida.
Larvas
Recién salidos del cascarón, las larvas se rizan en forma de C en la parte inferior de la celda, en ellas se aprecian los segmentos típicos. Las larvas son de color blanco, son ciegas y no tienen extremidades, con un brillo húmedo. Las larvas son alimentadas con alimento larval y/o jalea real dentro de sus alvéolos (celdillas hexagonales), hasta que son lo suficientemente grandes como para realizar la metamorfosis, también conocido como periodo de pupa o ninfa. En ese momento las abejas obreras adultas cierran con cera los alvéolos de las pre-pupas, algo conocido en la apicultura como “celdas operculadas”. Conviene decir que la señal química en forma de olor que desprende la larva para ser operculada es también interpretada por el ácaro-parásito Varroa destructor para ocultarse oportunamente en el interior del alvéolo.
Pupas
La metamorfosis de las larvas en pupas que madurarán en insectos adultos se realiza en la intimidad oculta del opérculo, debajo de la cera de cierre de la celdilla. Este periodo de reposo se completa en un periodo más largo en el caso de los zánganos, debido a su mayor envergadura. Algunos opérculos de zánganos (drones) tienen un poro característico, en el caso de la pupa en Apis cerana y Apis Koschevnikovi Buttel-Reepen.
Adultos
De acuerdo con su desarrollo de pupa, los nuevos adultos se abren camino para salir de sus celdas cerradas (operculadas).
Las abejas de miel se consideran superorganismos, ya que toda la colonia se una unidad biológica, por encima de la capacidad limita individual. La reproducción a nivel de colonia se conoce como “un enjambre”, y por lo general ocurre en la primavera y el verano. Sin embargo, los enjambres pueden ser más frecuentes en las zonas tropicales, donde el clima es más favorable durante todo el año.
La estimación que realizan las abejas jóvenes sobre la abundancia de los recursos (néctar y polen), el tamaño de la colonia cuando es grande y el pronóstico del tiempo son los desencadenantes principales de la generación de un nuevo enjambre. Para iniciar la enjambrazon (proceso de decisión y reproducción de un enjambre), la colonia preparará de 10 a 20 nuevas reinas hijas.
Cuando las reinas hijas están en la fase final de pupa, la reina madre y hasta dos tercios de las abejas trabajadoras adultas salen de la colonia en busca de un lugar para establecer una nueva colmena, (habitualmente una cavidad de un árbol hueco y en su ausencia una oquedad de una construcción humana).
Las reinas hijas lucharán o serán abortadas por las obreras jóvenes para que en la colonia solo quede una reina nueva. La reina elegida es virgen, pero abandonará la colonia en el “vuelo nupcial” para aparearse con hasta 20 zánganos de otras familias, que morirán durante el proceso. El esperma que la reina recoge se almacena en un órgano especial llamado “espermateca” y lo utiliza la reina para fertilizar los óvulos durante el resto de su vida reproductiva.
El sexo de cada abeja se determina a través de la fecundación de un óvulo de la reina, será macho si el óvulo no se fecunda con esperma (haploide) o hembra si la reina suma al óvulo una micro-dosis de esperma (diploide como los mamíferos).
En este sistema, la reina decide el sexo de su descendencia por medio de huevos no fertilizados o fertilizados. huevos no fecundados (sin contribución paterna genética) serán zánganos, y óvulos fertilizados (ambas contribuciones genéticas maternos y paternos) se convierten en hembras (obreras o reinas).
Las larvas hembras se diferencian aún más entre las obreras o reinas según la base de la dieta con la que las alimentan las abejas jóvenes (nodrizas), además de construir una celdilla especial para las reinas, conocida como realera, que tiene la forma y tamaño de una vaina de cacahuete.
Las larvas hembras destinadas a ser obreras se alimentan con de dieta estándar basada principalmente de polen y néctar (alimento o papilla larval) hasta que se convierten en obreras adultas a los 21 días. Por el contrario, las larvas hembras que son alimentadas solo con jalea real se convertirán en reinas, en tan solo 16 días desde la fecundación del óvulo por el esperma.