31/07/2017

La FSMA abre a la Argentina una gran oportunidad por los precios competitivos y la gran calidad de miel.

La ley de Modernización de Inocuidad Alimentaria reconocida con su sigla en inglés FSMA, es el conjunto de normas y reglas que regula la entrada de productos alimenticios a Estados Unidos. En la Argentina se aplicará a partir de 17 de Septiembre de 2017.

FSMA, es el conjunto de normas y reglas que regula la entrada de productos alimenticios a EE.UU. En la actualidad se le abre a la Argentina una gran oportunidad por los precios competitivos y la gran calidad de miel.

La Ley de Modernización de la Inocuidad de los Alimentos (Food Safety Modernization Act, FSMA) de 2011 de la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) nace con el objetivo de lograr un sistema de inocuidad de los alimentos que tenga como finalidad la prevención de la contaminación y tomar medidas antes de tener problemas irreversibles. Dicho sistema ayudará a mejorar la cadena de valor del producto puesto en la góndola de venta.

Las medidas impuestas por la FSMA involucran principalmente a la industria apícola, ya que se deben crear controles preventivos para la producción de alimentos para personas y establecen reglas con origen científico para la producción de alimentos en granja.

El sector de importación será el más afectado por la regla de los Programas de Verificación de Proveedores Extranjeros (Foreign Supplier Verification Programs, FSVP), que obliga a los importadores a verificar que los alimentos que importan cumplan con los estándares de inocuidad de los EE. UU. Los importadores deben desarrollar, mantener y seguir un FSVP para cada alimento, a menos que se aplique una exención. La meta es garantizar que cada alimento se produzca de manera tal que proporcione el mismo nivel de protección para la salud pública que los controles preventivos y las normas de inocuidad de producción, si corresponden, y que el alimento no esté adulterado ni mal etiquetado respecto a las etiquetas de alérgenos.

El apicultor en este caso tiene una mayor responsabilidad porque desde el comienzo de la producción hay factores que deben examinar  y  no pueden ser manejados por el exportador, el envasador ni por el fabricante que usa la miel como ingrediente.

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