20/01/2017
La Unión Europea hace balance de los Programas Apícolas Nacionales
Cada período de tres años la Unión Europea emite un informe, balance de las fondos dedicados a ayudas en el sector apícola a través de los Programas Apícolas Nacionales.
En el último, sobre el período 2013-2015 que acaba de emitir, se resalta el acceso de todos los estados miembros, que disponen de ya programas apícolas nacionales en funcionamiento y las altas ejecuciones, es decir, la utilización de los fondos, por encima del 90% en todos los casos.
El texto explica que en la campaña apícola 2013 se dispuso desde Bruselas de 32 millones de euros del presupuesto, aumento ligeramente en 2014 y 2015 a 33,1 millones de euros cada año y destaca que en el al período 2017-2019, se aumentarán ligeramente los fondos disponibles de la Unión a 36 millones de euros por campaña apícola.
España al ser el el estado miembro con mayor número de colmenas de la Unión (y mayor porcentaje de profesionales), fue el destinatario del mayor porcentaje de fondos. Y junto con Francia, Grecia, Rumanía e Italia representan casi la mitad de los fondos totales destinados a estos programas.
Por líneas de ayudas, la lucha contra la varroasis y la asistencia técnica a los apicultores y a las organizaciones de apicultores (las cuales representaron cada una el 29 % del gasto total, aproximadamente) fueron las dos principales medidas utilizadas. Ello refleja las necesidades del sector de continuar invirtiendo en equipos de apicultura para actualizar las prácticas apícolas de manera constante con el fin de luchar contra las enfermedades y los invasores de colmenas, y formar a nuevos apicultores.
La racionalización de la trashumancia representó alrededor del 19 % del gasto total y fue la tercera medida. En varios Estados miembros, la trashumancia es una práctica apícola esencial, necesaria para cubrir las necesidades nutricionales de las abejas de miel durante toda la estación apícola y para proporcionar servicios de polinización.
La repoblación de la cabaña apícola representó alrededor del 15 % del gasto total y fue la cuarta medida, seguida en quinto lugar por la investigación aplicada (aproximadamente el 5 % del gasto total) y en sexto lugar por el análisis de la miel (en torno a un 3 % del gasto total).
