09/04/2018

Uruguay: Producción orgánica de miel, una luz al final del túnel apícola



Avanzando rumbo a cuatro metas –generar un negocio rentable para los apicultores; que estos crezcan y se profesionalicen; que mejore la sanidad en Uruguay; y ubicar al país como un origen alternativo de miel orgánica–, está cumpliendo dos años un proyecto de certificación orgánica del producto activado por Nidera Uruguaya SA.

En el marco del mismo, varios productores ya vendieron su miel como orgánica, habiéndose involucrado en esto a 300 productores con 130 mil colmenas, lo que representa entre 20% y 25% de las colmenas de Uruguay.

Según informó Alejandro Evia, gerente comercial y responsable del sector apícola de la empresa, recientemente se realizaron dos jornadas de trabajo para brindar información sobre esto. En una de ellas, el martes 21 de noviembre en la Casa de la Cultura en Paysandú, participaron más de 180 productores. En la restante, el miércoles 22 en la Asociación Comercial e Industrial de Rivera, concurrieron 90 productores.

El balance fue "muy bueno", fueron las primeras jornadas de este tenor y "con la concurrencia que tuvimos se comprobó el interés de los productores".

"Aprovechamos para hacer una suerte de balance e ir modificando y ajustando varias cosas en toda la cadena y procedimientos en general con lo relacionado a la apicultura orgánica", comentó.

En el marco del proyecto, se han armado grupos que se van certificando en bloque y se siguen anotando productores nuevos con sus colmenas para certificarse.

 

Un camino no complicado

Para certificarse en producción de miel orgánica hay que pasar un período de reconversión de un año como mínimo, durante el cual el productor tiene que hacer sus ajustes en tratamientos, alimentación, ubicación de sus apiarios y registros. El trabajo engorroso de la documentación, planillado, contratos y estadísticas lo hace Nidera, en un proyecto 100% financiado por la empresa, que "no tiene costo para el productor, por lo tanto es una oportunidad inmejorable para encaminarse por esta alternativa que sin duda les permite acceder a una diferencia muy importante".

Además de la financiación de la certificación, Nidera se encarga de proveerle básicamente de las curas orgánicas para sus tratamientos, de procesarles la cera y proveerlos de alimentos orgánicos en caso que se necesiten, entre otros servicios adicionales que tienen por objetivo que el productor pueda profesionalizarse y crecer.

El manejo orgánico "tiene un impacto mucho mayor desde el punto de vista económico", una realidad que los primeros grupos que vendieron miel orgánica han podido comprobar, indicó.

A propósito, "el punto clave es la ubicación de los apiarios, que sería lo más complicado para el productor, porque el resto para certificarse como orgánico es algo sencillo de resolver y viene de la mano del servicio que presta la empresa.
 

Diferencial de precio

"Hoy, con un mercado de miel convencional extremadamente deprimido y sin precio, el orgánico toma una importancia aun mayor, con un mercado en el que la demanda va en aumento y con un diferencial de precio muy importante. En los últimos meses no se ha vendido miel convencional y la reactivación del mercado va a demorar, vemos un año muy duro para los apicultores", explicó.

A la vez, "los orgánicos van en otra línea y los productores y diferentes actores del mercado nos comentan que esta es la alternativa para subsistir y tener un negocio rentable.

Hoy por hoy, por primera vez y gracias al proyecto de Nidera, se está hablando en varios ámbitos sobre la apicultura orgánica, cosa que antes no pasaba".
 

Empresa certificadora alemana

Evia indicó que la certificadora es Kiwa, empresa alemana, que certifica a Nidera y ésta a los productores en un efecto paraguas. El productor que se quiera certificar debe firmar un contrato con Nidera y llegado el caso hay inspecciones y auditorías de rigor, más algunas aleatorias, con inspectores de Nidera y cada tanto Kiwa envía a sus inspectores a ver el trabajo, controlar qué hace Nidera y ver a algunos productores elegidos aleatoriamente.

"Lo que se controla más es el uso de tratamientos y medicamentos orgánicos, la alimentación hecha solo en base a azúcar orgánica y el tratamiento de la cera exclusivamente por parte de Nidera", señaló Evia tras una de las consultas.

Volviendo al tema precio, dijo que "los de la miel orgánica van variando, como todos los productos en los mercados, en función de oferta y demanda. Pero se puede hablar como promedio de un 50% más de precio en la miel orgánica que en la convencional. A nivel de dinero, al apicultor le hace una diferencia extremadamente mayor. Además, particularmente en los años de baja demanda de miel convencional, como el que estamos viviendo y viviremos en el 2018, no solo está la diferencia de precio, está la diferencia entre tener chance de poder vender o no, cosa que aún es más importante que el precio".
 

Un ganar-ganar en los bosques

En la jornada que se desarrolló en Paysandú se firmó un convenio entre Nidera y Montes del Plata. Alejandro Evia comentó que "hace tiempo estábamos trabajando en un convenio que básicamente consiste en que Montes del Plata le cede a Nidera y a sus productores campos donde hay forestación. Esto es ideal para la producción orgánica, ya que prácticamente no hay fumigaciones ni ningún otro tratamiento".

Se trata de un servicio de alto valor para los productores, pues muchos tienen el potencial de crecer y quieren hacerlo, pero no tienen dónde colocar sus colmenas y con la apicultura orgánica eso se complica más, porque no es en cualquier lugar que se pueden colocar los apiarios.

El convenio es una relación ganar-ganar, ya que Montes del Plata coloca apicultores orgánicos, evaluados, certificados y auditados por Nidera, algo muy beneficioso para sus certificaciones forestales, accediendo los apicultores a campos forestales y naturales óptimos para la apicultura orgánica.

Se entiende que es un convenio por el cual se extiende el horizonte de crecimiento productivo de la apicultura orgánica en Uruguay, la que puede crecer exponencialmente para bien de la apicultora en general.

En ambas jornadas quedó claro, por ejemplo, que al cambiarles la ecuación económica al recurrir a este manejo ya muchos apicultores piensan de otra manera, de una forma más profesional, buscando proyectarse de otra forma y aumentar sus colmenas, en mejorar sus salas, sus equipamientos e infraestructura en general.

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